FESTIVIDAD DE SAN JUAN EVANGELISTA
Éste San Juan Evangelista realizado para la Cofradía del Ecce Homo se halla efigiado bajo la apariencia de un joven cuyas aristócratas facciones, valientemente modeladas, suponen la trasposición de los recursos formales ensayados en sus Vírgenes Dolorosas a un personaje del sexo masculino. De ahí que incurra en licencias tan peculiares como el corte rasgado de los ojos y las pupilas de color verde que éstos presentan. También conserva el mismo tipo de barbilla y de boca carnosa, en torno a la cual un incipiente bigote, delineado a punta de pincel, introduce la pertinente nota de virilidad al igual que sucede con la pilosidad de las cejas.
La elegancia con que interpreta la acción de susurrar a la Virgen de la Merced la dirección hacia el Calvario, induce al artista a incurrir deliberadamente en el alargamiento manierista, tanto del cuello como de los dedos de las manos.
Enmarcando la faz se dispone una barroca cabellera totalmente trabajada a base de pequeños mechones, muy densos y próximos los unos los otros. La frente se halla ribeteada por un flequillo de quebrados perfiles, mientras que un dinámico remolino remata la parte superior de la testa. En esa interpretación del cabello convergen distintas influencias, pues aparte de la más cercana y procedentes de las obras de Juan de Mesa, deberá tenerse en cuenta la sugestión del artista frente a las piezas de la escultura helenística del renacentista, conocidas durante sus frecuentes estancias en tierras italianas.